Pequeños comienzos

Pequeños Comienzos

Una de las cosas más admirables que he visto desde que vivo en Estados Unidos es el carácter del inmigrante.

En general, y sobre todo el Latino-Americano, vence muchos obstáculos para llegar a este país con una meta, y aunque muchos le dan el nombre del “Sueño Americano”, en realidad se basa en proveer para sus familias aquí y en sus países.  Para muchos, consiste en poder salir de una sociedad violenta o sin muchos recursos. Están dispuestos a trabajar sin excusas y dando lo mejor de ellos. Este punto es tan real, que hoy mismo puedes buscar trabajo y verás que muchas compañías reciben con las manos abiertas a los latinos porque saben que son buenos trabajadores.

Muchos de ellos han cruzado la frontera, han llegado con a penas una mochila en sus espaldas. Hoy algunos son dueños de negocios, son trabajadores fieles y siguen luchando por sus metas.

Esto lo he visto en mi esposo también. Roberto tuvo que dejar El Salvador por la guerrilla a los 18 años y desde entonces no ha soltado nunca su meta. El sabe qué es empezar sin nada y qué es luchar para sostener a su familia en El Salvador. 

Ya juntos, los dos sabemos qué son “pequeños comienzos” y lo duro que son, sin embargo, y sin ninguna duda, lo que nos ha sostenido no ha sido el trabajo, esfuerzo o sacrificio, ha sido el tener una relación personal con el Creador del Cielo y de la Tierra, y de todo lo que hay en ella.

Hay dos realidades en la Biblia que me inspiran mucho durante estos “pequeños comienzos”.

Una realidad es la del pueblo de Israel. Una nación escogida por Dios mismo, separada para bendecir a todas las naciones porque Dios les dio Su Palabra, la Biblia y la responsabilidad de asegurarse de que la Palabra y la Salvación de Dios no solamente son abrazadas por ellos pero esparcida por todas las naciones. Es gracias a esa asignación de parte de Dios, que tú y yo hoy podemos leer las páginas de la Biblia. Y sin embargo, a lo largo de todas esas páginas, podemos ver que ha sido una nación que ha sufrido mucho, y la Biblia no oculta el motivo. Al contrario, lo dice una y otra vez. El pueblo de Israel no fue fiel a Dios ni a sus instrucciones durante la gran mayoría del tiempo. Podemos leer cuando eran bendecidos y prosperados y podemos ver cuando no lo eran. Y la diferencia es clara: Está basada en su decisión de seguir a Dios o no. 

Y sin embargo, en esas mismas páginas, leemos la misericordia de Dios por ellos, perdonándoles una y otra vez; dándoles nuevas oportunidades de regresar a Él. Siempre con los brazos abiertos. Una de esas muestras de misericordia, se encuentra en un libro pequeño en el Antiguo Pacto o Testamento. Es el del profeta Zacarías. Zacarías vivió en la época donde Israel fue desterrado de La Tierra Prometida y dispersado por muchas naciones, más o menos en el año 520 antes de Jesús. Sí, en ese mismo libro podemos leer el por qué. El capítulo 7 versículo 9 en adelante dice:

9 «Así dice el Señor Todopoderoso:» “Juzguen con verdadera justicia; muestren amor y compasión los unos por los otros. 10 No opriman a las viudas ni a los huérfanos, ni a los extranjeros ni a los pobres.
No maquinen el mal en su corazón los unos contra los otros”. 11 »Pero ellos se negaron a hacer caso. Desafiantes volvieron la espalda, y se taparon los oídos. 12 Para no oír las instrucciones ni las palabras que por medio de los antiguos profetas el Señor Todopoderoso había enviado con su Espíritu, endurecieron su corazón como el diamante. Por lo tanto, el Señor Todopoderoso se llenó de ira. 13 “Como no me escucharon cuando los llamé, tampoco yo los escucharé cuando ellos me llamen —dice el Señor Todopoderoso—.

Recuerda que estamos hablando del año 520 más o menos antes de la venida de Jesús, y para entonces, ya Dios los había rescatado tantas veces. Los había perdonado tantas veces, basta con pensar en Moisés y Egipto, ¿verdad? Y aquí seguimos viendo una vez más que se taparon los oídos para nos escuchar.

Pero la ira de Dios no dura mucho, ¡qué bendición! porque mira lo que dice Zacarías en el capítulo 4:

“8 Después recibí otro mensaje del Señor: 9 «Zorobabel es quien colocó los cimientos de este templo y él los terminará. Así sabrán que el Señor de los Ejércitos Celestiales me envió. 10 No menosprecien estos pequeños comienzos, pues el Señor se alegrará cuando vea que el trabajo se inicia y que la plomada está en las manos de Zorobabel».

El contexto de esto, es que Dios hace posible que unos 50.000 judíos desterrados en Babilonia puedan regresar a Jerusalén a reconstruir el templo que los Babilonios habían destruido. Tuvieron mucha oposición pero Dios cumplió con esa palabra, porque el templo fue reconstruido. Sin embargo las Escrituras dicen que una vez finalizada la obra, los israelitas lloraron porque no tenía nada que ver con la gloria del templo anterior que había sido construido por Salomón. 

Pero va mucho más allá de un edificio, es Dios dándoles la oportunidad de arrepentirse. Es un acto de “pequeños comienzos” que tiene una gran meta. Dios sigue protegiendo esa ciudad, Jerusalén, hasta el día de hoy porque no solamente Jesús murió y resucitó en Jerusalén años más tarde, después de ese acto de “pequeños comienzos” en el tiempo de Zacarías, que por cierto su nombre significa “Dios recuerda”, pero Jesús también regresará a ella como Rey de reyes y Señor de señores. 

templo del rey salomon
Y esto me lleva a la otra realidad, aún más importante, Jesús, Yeshua. Él me inspira mucho en los “pequeños comienzos”. Cuando miro dónde y cómo nació, cuando miro que tuvo que vivir varios años en Egipto para escapar de la muerte por el Rey Herodes, cuando miro que apenas se sabe de su infancia, hasta el momento de su ministerio… no puedo imaginar lo que significaría para Él saber que es el Hijo de Dios y tener que esperar hasta la edad de 30 años para empezar su ministerio, el cual fue corto. Su meta era y sigue siendo entregar su vida por ti y por mí, traer reconciliación entre el Creador del Universo y el pecado que entró al mundo por Adán y Eva.

Recientemente estaba meditando en este podcast, Sonido de Victoria, y cómo Dios me puso en el corazón empezarlo. Han pasado un poco más de 2 años desde que lo inicié y me siento tan agradecida con Dios por este “pequeño comienzo”. Cuando miro las estadísticas de las descargas y escuchas de los audios, o el número de visitas a mi página blog, cuando veo los países que alcanza, incluyendo China e India, mi corazón se pone tan feliz, y me hace pensar en el versículo de Zacarías No menosprecien estos pequeños comienzos, pues el Señor se alegrará cuando vea que el trabajo se inicia…” Quiero pensar que el Señor se alegra con este trabajo. Y creo que sí, porque me dio la idea de… algo así como celebrar este pequeño comienzo… creando una línea de camisetas que complementará el “dar voz a la evidencia” de Su amor por nosotros. 

Así que este podcast lanza la tienda en línea de Sonido de Victoria, con camisetas para mujer, hombre y niños, con básicamente dos diseños principales en diversos colores. Uno es basado en el primer audio titulado “Paz en el caos” donde vimos el significado de la palabra paz, shalom. Y el otro diseño es basado en el logo de Sonido de Victoria. Como agradecimiento a todos los que escuchan y comparten Sonido de Victoria, estoy ofreciendo envío gratis hasta el mes de septiembre.

Muchísimas gracias a todos por apoyar el podcast y confío que os inspire a no menospreciar “pequeños comienzos” y a animaros a seguir con las metas. ¡Shalom!

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