PALABRA NO TRADUCIDA,
¿POR QUE NO?
Palabra no Traducida, ¿por qué no?
Cada año, España celebra el día del padre el 19 de marzo. Y este año me olvidé de felicitar a mi papá. Y es que en Estados Unidos el día del padre es el tercer domingo de junio, y la verdad es que ya van varias veces que se me olvida felicitarlo en la fecha en que España lo celebra. En sí, le felicité unas horas después, al día siguiente. Al llamarle, compartí con mi papá lo muy agradecida que estoy con Dios por el padre que me ha dado y la gratitud que siento hacia él, mi papá, al poder decir que ha sido parte de mi vida y la de mis hermanos mientras crecíamos. Su responsabilidad de proveer financieramente fue mano a mano con pasar tiempo con nosotros, ayudarnos en las tareas de la escuela, ir juntos al campo, a la playa, o a eventos de deporte. Y me gustaría tomar un momento en este audio para darte las gracias de corazón, papá, por tu amor, dedicación, esfuerzo, tiempo, sacrificio, por la sabiduría reflejada en tus decisiones, por invertir en mi vida, por tus consejos y tus correcciones. Te quiero mucho y te honro, papá, que Dios te bendiga grandemente.
Bueno, pues durante nuestra conversación, mi papá me comentó cómo habían empezado a hablar en España de cambiar el día del padre por el “día de la persona especial” porque no todas las familias tienen la figura del padre. Y en ese instante supe que tenía que hablar sobre el papel de Dios como Padre en mi podcast de este mes. Algo que me llama mucho la atención es que Dios escogiera que la palabra aramea para PADRE, no fuera traducida en ninguna versión de la Biblia y en ningún idioma. “ABBA” permanece en cada Biblia publicada. ¿Por qué Dios escogería dejar esa palabra en su idioma original? ¿Qué importancia tendrá ese detalle para la raza humana el no haber permitido que se tradujera esa palabra ABBA Padre?
Interesantemente, cuando vas a Israel y escuchas a los niños jugar en el parque también escuchas: “Abba, abba”. Así se dirigen a sus papás. Abba es papá en hebreo moderno.
Pero, ¿qué dice la Biblia sobre Dios como Padre? El Antiguo Testamento dice sorprendentemente poco. Pensando en la descripción de la creación del mundo, podemos deducir que Dios al crear a Adán y Eva es el Padre de ellos. Pero Dios no se expresa como Padre en esa ocasión. Ciertamente puedes imaginar el dolor que causaría a Dios el tener que echar del Edén a sus hijos creados a su imagen y semejanza. Pero de nuevo, Dios no se presenta como Padre en ese momento.
No obstante, en el Antiguo Testamento o Pacto sí podemos ver unas cuantas veces a Dios como “Padre”. Por ejemplo, con Moisés, en Exodo 4 leemos: “Pero tú le dirás al faraón: “Así ha dicho el Señor: ‘Israel es mi hijo. Es mi primogénito.’
Isaías 63 dice: “Dios, tú eres nuestro padre; nosotros somos el barro y tú eres el alfarero: ¡tú eres nuestro creador!”. En estos versículos vemos que Dios se declara Padre de Su pueblo y que Su pueblo, como nación, se declara hijo.
Por otro lado, a medida que la historia de la humanidad va avanzando, Dios se va revelando con distintos papeles, con distintos nombres que reflejan Sus atributos, Su personalidad. Dios se presenta como Creador, como Libertador, como Proveedor, como Pastor, como el Dios Eterno, como el Dios que ve, como el Dios que sana, como el Dios que premia, etc…
Dios siempre quiere que acudamos a El en base a sus atributos. Recuerdo con claridad el día en que mi Padre celestial me hizo esta pregunta: ¿Quién es tu proveedor?¿Tu padre terrenal o Yo? Y es que al principio de estar casada y de haber empezado nuestro negocio, cada vez que tenía una necesidad financiera acudía a mi papá para ver si nos podía ayudar. Y mi papá siempre, absolutamente siempre, me contestaba que sí. Pero cuando mi Padre celestial me hizo esa pregunta, entendí que de la misma manera que podía confiar en mi papá para apoyarme y ayudarme, de la misma manera tenía que acudir a Él, con esa confianza y seguridad. Dios quería que lo reconociera como el Dios que provee. Así que llamé a mi papá y le expliqué que aunque estaba super agradecida por todo su amor y apoyo, debía cambiar mi perspectiva y empezar a depender de mi Padre celestial como mi Proveedor.
Sin embargo, en el Nuevo Testamento o Pacto, aunque Dios sigue siendo santo y majestuoso a nuestros ojos, Jesús, Yeshua, añade un énfasis sorprendentemente claro en Dios como Padre. Hacía falta Jesús para mostrarnos las misericordias amorosas de nuestro Padre celestial, que tanto amó al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en Él pueda tener vida eterna (Juan 3:16). Es Jesús quien llama a Dios "Abba Padre" (Marcos 14:36). Es Jesús quien nos enseña a orar a Dios como Abba Padre (Mt 6,9). Es gracias a Jesús, Yeshua, que sabemos que, como nuestro Abba Padre, Dios cuida de nosotros y nos provee (Mt. 6:25-34). Como Abba, Él escucha y responde a nuestras oraciones (Mt. 7:7-11). Como Abba, nos disciplina (Heb. 12:3-11). Como Abba, nos recibe, nos perdona y se alegra cuando, arrepentidos, volvemos a Él (Lc 15, 11-32). Es gracias a Jesús que podemos tener una relación personal con Abba: Tú y Él.
Romanos 8:15 dice: “No habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el Espíritu de adopción, por el cual clamamos: «¡Abba, Padre!”
Aún cuando fue Adán y Eva los que desobedecieron a Dios, su Creador, su Padre, Abba jamás abandonó a la humanidad. Jamás abandonó la idea de unir lo que Adán y Eva rompieron: El núcleo familiar y el papel de Dios como Padre. Él nos impartió vida y Él se comprometió con ella.
Por eso, Dios proveyó la solución. En Juan 14:6 leemos: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”