la gota que derramó el vaso
Los días del tour en Israel llegaron a su fin, sin embargo, desde el principio, habíamos hecho planes para quedarnos 4 días más porque un amigo nuestro, quien también era guía de tours, nos dijo que le hacía ilusión que pasáramos tiempo con su familia en Jerusalén y que deseaba llevarnos a lugares donde seguro no íbamos a ir con el tour.
Para entonces, el tour ya me había hecho confrontar mi ignorancia en muchos aspectos y esperaba con ansia ese tiempo con nuestro amigo Netanel parahacerle un montón de preguntas. Sin embargo, mi plan no sirvió de nada porque ese tiempo con mi amigo lo que hizo fue contribuir a poner la gota que derramaría el vaso.
En sus explicaciones, constantemente repetía frases como las siguientes:
- Cuando estudias la Biblia desde la perspectiva judía, el estudio es mucho más profundo.
- Os sorprendéis cuando digo según que cosas. Pero están en la Biblia, lo podéis leer por vosotros mismos. No es mi opinión o mi pensamiento.
- La traducción al inglés de este versículo es errónea. En el idioma original hebreo, este versículo dice esto o aquello.
- En el tour, fuisteis a este lugar, pero no es el correcto, no es el mencionado en la Biblia. Os voy a llevar a la localización exacta que sí menciona la Biblia.
Bueno, pues es para apagar las luces y marcharnos. ¿Qué qué? ¿Estudiar la Biblia con un lente judío? Qué revolucionario, ¿no? El mismo Jesús dijo que la salvación viene de los judíos. ¿Leer la Biblia por mí misma? ¡Qué innovador! Si hasta ahora había estado escogiendo qué partes leer. ¿Malas traducciones? Yo debería saber eso; traducciones incluyen alteraciones. ¿Localidades erróneas? Bueno, al menos no niegan el hecho de que los eventos tuvieron lugar.
Primeramente, tenía que reconocer varias cosas.
#1. Tuve que reconocer que no había leído la Biblia de principio a fin, como cualquier otro libro. No podía decir que había estado estudiando la biblia cuando ni siquiera había estado leyéndola en su totalidad. Había estado escogiendo ciertos libros, capítulos, o versículos basados en temas que me interesaban.
#2. Tuve que reconocer que no entendía muchas cosas al leer la Biblia. ¿Cómo entender un libro judío sin aplicar el lente de su cultura e idioma? Sin la perspectiva judía, había estado perdiendo la profundidad que por ejemplo proporciona una tele digital a color de resolución 4K. Todo este tiempo había estado mirando una tele análoga cuadrada en blanco y negro.
#3. Tuve que reconocer que los manuscritos que forman la Biblia fueron originalmente escritos en hebreo, arameo y griego. Tuve que parar y pensar por un momento. La Biblia o porciones de la Biblia han sido traducidas en casi 2,500 idiomas y dialectos, y muchas fueron traducciones de otra traducción, ni si quiera del idioma original. ¿Os acordáis del juego donde uno le susurra al oído una frase al vecino y esa frase pasa por una cadena de personas? Para cuando la frase ha llegado a la última persona, esa frase ha sido modificada en el camino.
Otro ejemplo, si alguien que está aprendiendo a hablar español te oye decir: “Vete a freír monos”, y te dice que no te entendió, ¿le traducirás palabra por palabra o le explicarás el significado de la expresión?
Otro ejemplo muy divertido para mí es cuando veo películas americanas traducidas en otros idiomas. Me río un montón, porque a veces ni el título de la película tiene que ver con el original.
Y un dato cierto es que no compro la traducción de un libro cuando puedo leerlo en el idioma original porque sé que habrán conceptos que se pueden haber perdido en la traducción. Honestamente, a veces me he quedado en el aire leyendo traducciones. Se nota que hay un párrafo o una frase que está fuera de base, que le falta algo.
Solamente puedo imaginar la dificultad a la hora de traducir sobre todo el hebreo y el arameo, con sus modismos y expresiones culturales. Entonces tiene validez: Traducciones son un proceso creativo y presentan alteraciones.
#4. Tuve que reconocer que cuando algo no cuadra, siempre es Dios el que está correcto, y no el hombre. Digo esto por lo del tema contradictorio de localidades, ¿cuál es la correcta cuando dicen que hay dos? Interesantemente, hay un arqueólogo, el Doctor Nelson Glueck, quien dijo que fue gracias a la Biblia que pudo encontrar más de 1.000 ubicaciones antiguas y que jamás descubrió algo que contradijera la Biblia. Pues este tema de las tradiciones del hombre y sus contradicciones, sí me pareció obvio estando en Jerusalén. Una ciudad tan pequeña y ya separada en 4 barrios: el judío, el cristiano, el musulmán, y el armenio, todos con sus culturas, religiones, historia, tradiciones. Una cosa sería que una localidad no haya podido ser verificada por falta de detalles históricos o descubrimientos arqueológicos y, otra cosa es que cierto grupo se apodere de una localidad por intereses propios. Está claro, los cuatro barrios no pueden tener la razón. Alguien tiene que estar equivocado.
Y esto me recuerda un vídeo que mi hermano Miguel Angel compartió conmigo hace unos días. Se trataba de una profesora de universidad que dijo a sus alumnos que cuando el estudiante que siempre llegaba tarde entrara a la clase, ella preguntaría de qué color era la carpeta verde que tenía en su mano, y que todos debían contestar que era roja. Así sucedió, el alumno llegó tarde, la profesora levantó la carpeta verde y empezó a preguntar a todos de qué color era. Todos dijeron roja, y al preguntar al alumno que llegó tarde, ante la reacción de sus compañeros, él también contestó que era roja. Y la profesora dijo: “Está claro que la carpeta es verde, y han sido testigos directos de la debilidad del ser humano cuando es sometido a la presión ambiental, incluso en lo que se refiere a la percepción física”.
Cuánto más eso es cierto cuando tratamos de tradiciones y de culturas. Quizá no es solo presión ambiental pero también el aceptar lo que la sociedad dice sin retarlo, sin cuestionarlo, simplemente aceptándolo.
Pues ya de regreso a casa, algo estaba muy claro. No estaba conforme. No estaba satisfecha. Aceptaba mis errores. Y yo diría que por primera vez deseaba aprender para adquirir sabiduría, no para sacar buenas notas o para memorizar información sin entenderla.
Me tomé en serio lo de estudiar, lo de aplicar la perspectiva judía, lo de aprender el idioma hebreo, lo de conocer el punto de vista de Dios y no del hombre.
¿RESULTADO?
[su_quote cite=”Más hambre por seguir aprendiendo.“][/su_quote]
[su_quote cite=”Deseo de aplicar a mi vida lo que voy entendiendo.“][/su_quote]
[su_quote cite=”Ganas de compartir lo que voy adquiriendo.”][/su_quote]
Y así voy a terminar, compartiendo una aplicación de lo que he estado hablando hasta ahora. ¿Listos?
Jesús, en español. |
Jesus, en inglés. |
Jésus, en francés. |
YESHUA, Yeshua es Su nombre. Su nombre es hebreo. Los otros, son traducciones sacados del idioma griego. |
¿Por qué Su nombre hebreo es tan importante?
Porque tiene un significado que al traducirlo se pierde. Ese significado es “Salvación”, “el que salva”. “Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Yeshua, porque El salvará a su pueblo de sus pecados.” Mateo 1:21
¿Por qué Su nombre hebreo es importante? Porque cada letra en hebreo revela un significado y ofrece una imagen que las letras del vocabulario en nuestros idiomas no tienen.
Su nombre hebreo se escribe con 4 letras: Yud-Shin-Vav-Ayin.
ישוע
Cada letra esconde un atributo o significado. Y la combinación de esas letras revelan lo siguiente:
El que crea, destruye, salva y revela.
Cada vez que digo Yeshua, digo salvación, digo revelación, digo destrucción del enemigo, digo que El es Creador.
¿Qué necesitas hoy que Yeshua haga por ti? ¿Necesitas salvación? ¿Necesitas revelación? ¿Necesitas que el enemigo en tu vida sea destruido? ¿Necesitas que El como creador, cree algo nuevo en tu vida?
Gracias, Jesús.
Thank you, Jesus.
Merci, Jésus.
Toda raba, Yeshua…
Por contestar las peticiones de los que claman a ti. Shalom!