Con Samuel Del Coso Román
Continuamos teniendo en la mesa el tema de la familia de Dios… El Israel de hoy, los Anusim/los huesos secos, y el Acto de Arrepentimiento en Toledo, España en 1992 organizado por nuestro querido invitado, Samuel Del Coso Román. Aprendamos juntos por qué este tema es importante y relevante para cada uno de nosotros y cómo podemos ser parte de este gran mover profético de Dios.
Sisi
Bueno Samuel, lo hemos conseguido, estamos aquí… Qué privilegio tenerlo hoy en conversaciones sinceras. Muchísimas gracias, de verdad, por su tiempo.
Habíamos quedado con el tema de los anusim, ¿verdad? Sí, Samuel, nací, crecí en Mallorca y el tema de los anusim, allí tiene quizá un nombre que es distinto al resto de España, que es los “xuetas”, que vienen a ser los marranos, que también es otro término que utilizan no muy agradable, ¿verdad?
Samuel
No.
Sisi
Pero sí es verdad que estamos hablando de España ahora mismo, el tema de los judíos que fueron dispersados por las naciones que llegaron hasta España, que justamente su familia es parte de esa historia y también dijo que usted ha sentido que ha sido llamado a estar en España, no por ser español, pero porque siente que Dios lo ha llamado a estar ahí. Me gustaría que nos contase cómo fue que empezó usted a ser un puente entre España e Israel y lo que Dios le puso en el corazón que hiciera en el año 1992 en Toledo.
Samuel
Sí, mira, esto como sabes no viene de un día para otro.
Sisi
Correcto.
Samuel
Esto pues es como un corcho o como estar chapuceando en una playa, pero luego, como vas caminando poco a poco te vas introduciendo en un océano, en donde ya no te resulta fácil chapucear, ya estás dentro. Y, bueno, dentro… Los peces más gordos se cogen dentro, es un privilegio, esto es como que quieres saber más y más y más… Y mucho más cuando estás consciente que tienes mucho retraso, aunque hay un tiempo para todo, y el Señor sabe en qué momento estamos. Y gracias a Él que no nos da todo de una vez porque no podríamos, no podríamos aguantarlo, no podíamos comer… Si acabamos de nacer, pues ahora es calostro, y después es leche y papilla, y así hasta que lleguemos a vianda sólida, como dice el Libro de Instrucciones.
Así que para empezar yo recuerdo que en mi casa, en la casa de mi abuela, había un amor, que no te lo puedo explicar de lo profundo que era, hacia el pueblo de Israel.
Aunque no existía, aunque nadie les habló ni una sola palabra del Israel de hoy, pero había un cariño tan especial del Israel de ayer y del Israel de mañana…
Ahora, ¿cómo va a ser el de mañana si no existe el de hoy? ¿Me entiendes, Sisi?
Sisi
Sí.
Samuel
Eso era una pregunta que nos hacíamos. Por ejemplo, hablábamos del Apocalipsis, hablábamos de los 144.000, estábamos hablando de las Bodas del Cordero… Pero todo eso se había trasladado a la Iglesia, todo.
Pero nadie sabía realmente, así que así me crié yo, y así me enseñaron, y así pasaba yo los apuntes que iba cogiendo o me habían dado… Hasta que una vez yendo en el metro de Madrid, iba a la iglesia a orar un jueves, porque teníamos acostumbrados a Dios a escucharnos los jueves por la tarde, ¿sabes? A las 8 de la noche… Y yo iba en el metro y vi a la gente con los periódicos en la mano leyendo que Israel había ganado la guerra, la guerra de los 6 días. Entonces, cuando llegué y le pregunté a mis ancianos, he visto a la gente con periódicos diciendo que Israel ha ganado la guerra. Y él me dijo, fíjate, me tumbó, él me dijo:
– Vamos a ver tú, ¿a qué has venido esta noche aquí?
- Yo dije, pues he venido a orar.
- Bueno, pues vamos a orar y déjate de estupideces porque Israel, el Israel de la Biblia no existe, nosotros somos la iglesia, somos la novia, somos el pueblo de Dios, y eso es una historia que se han inventado los americanos.
Y así me chafló, quise decirle… pero él me dijo:
– No hay peros porque los jóvenes tenéis que estar sujetos, callaros la boca y estar sujetos a las opiniones de vuestros ancianos.
Y así se quedó… Hasta que fui a Inglaterra la primera vez y mi amigo, un pastor, me llevaba en su coche por el barrio donde solamente había visto, por decirlo así, con todo respeto, pingüinos, es decir, judíos con sobrero negro, y con hábito negro, y todo era negro, y zapatos negros… Y esa fue la versión que vi y le pregunté a mi amigo quiénes eran y él me dijo:
-Son los judíos,
-¿Cómo que los judíos si no existen?
-Sí, sí, ¿cómo que no van a existir? Estos son, estamos en su barrio, en el barrio ultra ortodoxo
-Pues mira, bájame aquí en el semáforo, que yo me voy a hablar con ellos y luego, cuando vuelvas de hacer el recado, me coges acá, me tocas y yo vengo.
-No, no, no, no, no, no, no, no, no.
Y así la segunda oportunidad que el Señor me dio, pues también otro fallo.
Pero luego el Señor me llevó a un Nation Bible College y allí mi tutor era judío. Y yo lo que le pregunté a él… Fue la primera vez que abracé a un judío… Tanto lo quería, tanto estaba en mi corazón, que yo lo abracé, y yo tantas preguntas empecé a hacerle que él decidió cambiarme a otro grupo para no tenerme, porque yo lo incordiaba, era horroroso, me lo comía, tantas preguntas, imagínate…
Yo entonces tenía 23 años… Toda la vida leyendo en la Biblia acerca de los judíos… No existían y ahora me encuentro por fin, por fin, a uno.
Luego la cocinera también era medio judía, luego había otros estudiantes allí que iban a aprender, a ver cómo aprendían a evangelizar a los judíos. ¿Esto qué es? ¿Cómo que van a evangelizar a los judíos? Bueno, los queremos hacer cristianos. Y ése es el fallo, gran fallo que ha ocurrido con el cristianismo tratando de que los judíos sean cristianos y no que sigan siendo judíos tal y como el Eterno lo quiso.
Bueno, para terminar una historia grande, después ya nos casamos. Mi cuñada estaba en Israel, en el hospital Hadassah, primero en otro árabe, en fin. Ella me enseñó, como no tenía ni idea y yo quería saber, mucho, mucho, mucho, pues ella me mandaba recortes en el periódico y yo tenía que buscar el cumplimiento profético de ese día.
Entonces así se quedó… Me gradué, me casé y solo cuando no pude ir más lejos aquí en España con la Iglesia Católica, porque decían que los estaba haciendo protestantes, entonces otra vez supe que mi trabajo no eran las iglesias establecidas, mi trabajo era la calle, con mi guitarra… Franco se había muerto y yo tenía la libertad, por fin teníamos libertad de poder hablar en la calle.
Bueno, una historia maravillosa y entonces yo sentí que tenía que pedir perdón a Israel, creyendo que yo era un español normal y corriente.
¿Y por qué tenía que pedir perdón? Bueno, quería romper el cordón umbilical de las generaciones, tal vez pasó ese odio de la inquisición por el cordón umbilical de mi familia, qué sé yo, yo no sabía quién era todavía.
Y así fue como quisimos ir a Israel, mi familia y un servidor a pedir perdón. Yo no fui de vacaciones, yo no fui a pasearme… Yo fui a pedir perdón y el último día después de estar allí 20-30 días, de gastarnos todo el dinero que nos habían dado para poder ir, entonces, en el último minuto, por decirlo así, me entero… Entro en una tienda donde el apellido era Román y allí me derrumbé… Sabiendo que era la primera vez que estaba con mi familia y en mi casa… Justo cuando ese mismo día me tenía que volver otra vez a España.
Pero ya fue diferente, ya me venía sabiendo que había estado en casa, sabiendo quién era mi familia, y ahora pues ya voy a descubrir a la familia judía aquí en Madrid, voy a trabajar con ellos, voy a hablar de Israel por donde puedo, diciendo que existe, que las profecías existen, que el mismo Dios y el mismo amor hacia Su familia, hacia Su pueblo existe…
Y ahí empiezo a encontrar la oposición tan grande, cuando todos me ponen un san benito, un san benito, a lo mejor tengo que explicar lo que es un san benito. El san benito era como un albornoz, que le ponían a los judaizantes y hasta que no los quemaban no se lo quitaban, y entonces me ponen un san benito, el judío de Toledo, y el judío… Yo no sabía, no sabía, no tenía ni idea de nada, de nada y nada, solamente había descubierto que Israel existía.
Imagínate la revolución teóloga en mí, dentro de mí y eso es lo que me hizo querer saber más, querer saber más, querer saber más, y éste es mi caso, pero es el de tantos, tantos otros que están deseando de sentir el Espíritu de Dios (otra vez me remito a Ezequiel 37) para ponerse en marcha, salir de la sepultura y como los animalitos que después se refugian en el Arca de Noé, pues volver a casa, que es lo que está prometido, ¿sabes?
Sisi
Sí, sí.
Samuel
Entonces me encuentro que están en todas partes, en todas partes, aunque la Iglesia siempre y hasta hoy sigue diciendo que no, la Iglesia Católica, la madre, pues infectó por donde fue a las personas que tocó con esa doctrina del re-emplazamiento y entonces hasta la fecha. Entonces, ¿qué es lo que está pasando? Que cada día hay más huesos secos que reviven, cada día más, cada día más. Entonces la iglesia se siente amenazada y entonces existe pues lo inevitable… Que unos van a seguir hacia Jerusalén y otros se van a quedar o en Roma o se van a quedar en Grecia. Y esto está ahora sucediendo porque es el final, es el final de un capítulo y otro está empezando y hay mucho polvo en el ambiente, y hay que echarle mucha agua para que no salga tanto polvo… Como cuando barría mi abuela con la escoba el suelo, que era de tierra, pues ella tapaba el polvo con el agua y con mucho cariño y con mucho amor pues… estar a disposición…
Y por eso cuando hicimos el evento aquel del 1492, cuando el presidente Navón vino… Esto está en una película, el que quiera puede pedírmela y con mucho gusto se la mando… Estamos hablando del 1492, pues entonces trajimos, con la ayuda de la Embajada Cristiana Internacional de Jerusalén, (entonces yo ya era el representante aquí en España), pues entonces hicimos un acto de arrepentimiento precioso, precioso.
Yo había visto en una visión que en España había un paraguas sobre ella que no le dejaba caer el agua que caía y claro, estaba seca.
Entonces yo lo dije al Señor, porque lo vi, lo vi en el paraguas, “maldita”.
Génesis creo que es 12 del 1 al 3, “al que te bendiga, bendeciré, al que te maldiga, maldeciré.”
Yo no sabía nada, prácticamente, hermanita, no sabía nada, nada, nada, nada. Como tampoco sé tanto, no creas. Pero yo sabía entonces que España estaba bajo una maldición y que si queríamos quitarla, pues teníamos que destruir aquel edicto. Entonces se hizo un llamado, hicimos un evento aquí, que apenas vinieron… Estaba llena la plaza, como era pequeñita parecía que era un éxito total, pero la mayoría de los pastores no vinieron porque me decían: “Pues es que yo no estuve en el 1492, yo no sé de qué perdón voy a pedir si yo no estaba allí”.
Bueno, yo les decía pues Daniel y Nehemías, y el mismo Yeshua, todos pidieron perdón sin haber hecho nada, pero quitaron la maldición… Y eso hicimos, nos reunimos aquí, vino el presidente de Israel, Yizhak Navon, lo vimos llorar en frente de nosotros diciendo “es que no estamos acostumbrados a reuniones como ésta, así que no sé, me he quedado mudo, viendo aquí…” Y también me vio a mí romper una espada simbólica diciendo el poder de la espada (que para otros es la cruz- no se entiende lo mismo unos que otros, el tema de la cruz o la espada al revés), pero por fin rompimos simbólicamente algo, y ¿qué pasó?
¿Qué ha pasado desde entonces? Pues mira, yo creo que Dios nos ha dado una tremenda oportunidad de libertad y de poder escoger ahora con esa libertad o la maldición, seguir en la maldición, dejar al paraguas de tu vida, de tu familia encima tu cabeza o salirte de él, mirar hacia Jerusalén en vez de mirar a Roma o a Grecia.
Y eso es lo que ha pasado. Desgraciadamente España ha elegido la libertad para su comodidad y no ha sabido aprovechar todavía, todavía, la bendición y el privilegio que el Señor nos dio.
Eso envuelto en todo el tumulto y en todo el ambiente que existe ahora y la confusión de qué es lo que está pasando. ¿Se está judaizando la gente? No, yo no creo que se está judaizando. Yo creo que simplemente los gatitos empiezan a aparecer, están diciendo miau y bueno, pues están dirigiéndose a Jerusalén y a eso, alguna vez con cautela, otra vez no muy sabiamente, etcétera, etcétera… Aquí ya se puede hablar de esto mucho tiempo, pues es lo que está pasando. Y cada día hay más huesos secos, yo no les digo judaizantes, no, huesos secos y ahí están las 12 tribus, según Ezequiel 37, que se están poniendo en pie y dicen no, yo quiero, pues hay muchas cosas que quieren, sobre todo quieren volver a Jerusalén, quieren volver a Israel, ¿sabes? Ahí están los chuetas, por supuesto… Tengo muchos amigos allí en Mallorca, tengo unos amigos que estudié con ellos cuando era joven, con él, y por supuesto tampoco sabía quién era hasta que lo descubrió y ahora pues actúa y vive como un chueta, chueta, chueta, los de la comunidad judía están allí también… Y cada día hay más, y cada día hay más, pero claro, porque se acerca el día cuando la gran multitud saldrá de las sepulturas y de los países donde están y se caminarán hacia el arca, hacia Israel … Esto hay que verlo… Es lo que está pasando en América…
Sisi
Sí. Que esto no es un movimiento humano.
Samuel
No
Sisi
Esto viene del Señor. Además vemos que Jacob, quien fue llamado “Israel” por Dios en Genesis 49, dijo… Esto fue justo antes de fallecer que reunió a sus hijos y les dijo: “reuníos que os voy a contar lo que va a suceder en el futuro”. Y él ya sabía…
Samuel
¿Te puedo corregir?
¿Me das unos segundos para decirte..?
Sisi
Sí, claro, claro.
Samuel
Que si miras bien, no dice en el futuro o en un día venidero, que es lo que dice mi traducción en castellano y otras. No, en hebreo dice en los días de los “AJARIT JAYAMIM” y esos se refieren a los días del parto, y ésos preceden al parto. Hemos tenido unos meses de preñez y ahora es el momento de parir.
¿A quién está pariendo? Están con la cabeza fuera, en la corona, como ustedes saben las señoras, pues la corona está pariendo a los hijos que vienen y están sobre todo pariendo a su Mesías Ben David, y entonces dice, os voy a decir, lo que viene en los días “AJARIT JAYAMIM”. Y eso ya es más específico, y eso ya tengo que esperar los nueve meses del parto, y ya tienen que venir los dolores del parto, y ya tienen, en fin, ya tengo que esperar a que cada vez sean más fuertes. Que es lo que está precisamente pasando en estos momentos, Sisi.
Sisi
Así es.
Samuel
Si luego te vas, por ejemplo a Segunda Timoteo 3, del 1 al 4, hay, por ejemplo, Pablo, bueno, yo he hecho un estudio de todos los “AJARIT JAYAMIM” que encuentro desde
Jacob, por ejemplo. Y es increíble cómo por todas partes están, por todas partes… Ellos que saben que están metidos en un parto, pues aparece la palabra “AJARIT JAYAMIM”.
Si vas a Oseas, capítulo 3 o 4, me parece, yo te voy a decir lo que va a pasar y te voy a decir lo que va a pasar después de dos días, al tercer día, en los “AJARIT JAYAMIM”, va a venir el Mesías Ben David, esta vez Ben David.
Y entonces es lo que está pasando. Mira, en segunda Timoteo 3, del 1 al 4. Ahí dice Pablo a Timoteo, Timoteo, te voy a pasar el testigo, te voy a pasar la antorcha y te voy a decir lo que va a ocurrir en los “AJARIT JAYAMIM”. Y Timoteo, que sabía que no era una cosa ¿qué? ¿qué? ¿qué? No, no, no… Era una cosa que se sabía, lo que pasa es que necesitaban, en este caso, otros dos días o 2.000 años para que al tercer día saliera el Ben David y eso es como describe cómo iba a estar el patio, cómo va a estar la sociedad, cómo van a estar los individuos…
Me gustaría que lo leyeran y esto es como está ahora mismo la cosa.
Así que no debería pillarnos de sorpresa si nos persiguen. Bueno, Yeshua nos dijo, os van a perseguir por causa mía, vosotros sois la luz, así que vais a tener siempre problemas con la oscuridad y la oscuridad con la luz. Vosotros vais a sufrir mucho, les dijo a sus discípulos, pero “confiad Yo he vencido al mundo.” Os he puesto entre lobos para que vengan. El sufrimiento que se avecina, nos avecinamos, o sea, nos vamos de cabeza a ellos… No es una sorpresa, pero ya estamos ahí querida Sisi. Estamos ahí… Esto quiere decir que me falta tiempo, esto quiere decir que me ha puesto enfadado porque se me ha ido el tiempo, esto quiere decir que se me van los días como un pensamiento, esto quiere decir “Señor, yo no me quiero perder una”… Estamos a las puertas del final de una serie de capítulos que terminan, pues, con la venida del Mesías y el establecimiento de Su Reino, ¿entiendes?
Sisi
Sí, sí, muchísimas gracias por explicar todas estas cosas. A mí me gustaría recalcar, volviendo al acto de arrepentimiento que hicieron en Toledo en 1992, que nadie del gobierno, ni nadie de la Monarquía española aceptó participar, ¿correcto?
Samuel
Sí, correcto, yo, incluso, a través de los canales que teníamos que usar, invité al rey a venir. Pero no vino, claro, si no vino el rey, no vino el príncipe y no vino tampoco el primer ministro. Y la condición era que cambiara la palabra “arrepentimiento” por “tolerancia”. No, no, no, ¿de qué nos tienen que tolerar ustedes? ¿Qué hemos hecho? No, tolerar puede ser en el pasado, pero ahora nosotros no necesitamos que nos toleren.
Él dijo en la sinagoga, “no tienen que marcharse de España, quédense si lo prefieren así, porque yo soy el rey de todos los españoles y yo no les voy a echar.”
Pero justo lo dijo cuando ya el Señor estaba preparando que nos fuéramos, porque ya habíamos estado aquí haciendo el trabajo que Él quería, dar luz y sal, unas veces mejor, otras veces peor, pero allí hemos estado siendo testigos, desde que Él nos trajo… Pues mira, con Salomón ya venían las barcas a las minas. A ver, con Jonás, pues no llegó aquí. Parece ser que en medio del mar se hundió y luego el bicho grande se lo llevó y lo vomitó. Pero bueno, aquí está la palabra “Sefarad” en Abdias versículos 20 y 21, que dice que Dios tiene un proyecto y Él nos ha puesto en medio de las naciones con un proyecto… Nadie puede decir que no lo sabe… No sabe la ignorancia, pero aquí hemos estado pues desde entonces. Pablo quería venir a España, en fin, España ha sido un lugar muy muy preferido para la voluntad de Dios, debido tal vez, a la estrategia, y desde aquí han salido miles y miles y miles a todas las naciones, Inglaterra, Francia, Holanda, Italia, Turquía, bueno en Roma estaban allí cuando ya Pablo estaba también, pero quiero decir que el mundo no tiene, el mundo no tiene excusas. El mundo ha tenido a los judíos hasta hoy en lo más remoto de las tierras, en Siberia, allí por abajo, en Chile, en todos los sitios están y han estado como emisarios y como embajadores, venían en el nombre del Señor y…
… Vamos a ver, Mateo 25, el juicio a las naciones, pues no es otra cosa que tuve hambre y me diste o no me diste de comer, estuve enfermo, me visitaste o no me visitaste, estuve en la cárcel, pero no fue por bandido o por sinvergüenza, sino por no querer bautizarme o no querer ser gentil, y me has visitado o no me has visitado… Y entonces la venida… ¿Pero cuando? Pues sí, lo hicisteis a estos mis pequeños y… Yo estoy pensando que son los judíos estén donde estén, entonces a mí me lo hicisteis. Entonces habrá una división, unos para un lado, otros para otro, y así se establecerá el Reino de los Cielos, que es lo que está haciendo Dios ahora, aunque lo relacionemos o no lo relacionemos con lo que está pasando en estos días horribles, de paso horribles, en Israel. Ése es el reto que nos da el Señor. “Consolad, consolad a mi pueblo”, me dijo a mí personalmente cuando estaba leyendo Isaías 40 versículo 1: “Consuela, consuela a mi pueblo.”
Yo, desde entonces, dije yo sé lo que voy a hacer, sé lo que voy a hacer, voy a consolar a mi pueblo.Y no voy a permitir que se hundan, dentro de las posibilidades que yo tenga, para que el Mesías venga a Jerusalén.
Y todo esto, Sisi, todo esto hay que empezar desde atrás y hay que dar mucha, mucha broza que es lo que hemos puesto desde hace dos mil años.
Pero el tiempo se acerca, están esperando las naciones, las noticias, los gobiernos, todos están esperando a que nos levantemos, brillemos en el sitio donde esté, seamos sal, que salgamos del salero, y decirle al mundo lo que en esta generación el Señor quiere que digamos. Y esto es lo que estamos haciendo.
Bueno, la verdad es que cuando llegue el fin de esta época, el fin de este capítulo, no digo del mundo, pero creo que no está muy lejos por muchas razones.
No, toda la vida he oído que el Señor viene, que el Señor viene, arrepiéntete que el Señor viene… Bueno, bueno, bueno, todavía no ha venido y lo dijeron en el Nuevo Testamento, cuando Pablo estaba por ahí.
Pero pensando en los meses del parto, pensando en los jubileos, es que son 120, pensando en que Israel ha vuelto a su tierra, pensando en que todas las naciones como el Salmo 83 dice están en contra, está contra la pared otra vez, y te digo hoy, hoy, hoy, según las noticias que he recibido, pensando en los que estamos volviendo a casa, pensando en el éxodo que viene, pues es que pensando en lo real del parto, pensando en, a ver, en que lo he escrito hoy, en Apocalipsis, capítulo 16, las copas de la ira, pensando en Timoteo 2, del 1 al 4, es que, es que, Sisi, lo veo tan cerca… Así que quiero estar preparado, quiero animar a todo el que pueda; no quiero que sean “samuelistas”, lo que yo quiero es que sean lo que el Señor quiere hacer con ellos, animarles a que sean luz, animarles a que sean sal, que salgan del salero y que la ofrezcan a todo el que se encuentre… Si la gente está hambrienta, si no sabe qué hacer la gente, mira se están suicidando, no tienen un futuro… Claro que hay un futuro hermoso, la venida del Rey, la venida del Reino, ¿no es hermoso?
Sisi
Amén.
Samuel, de verdad, una vez más, muchísimas gracias por todo el esfuerzo, por su tiempo, su cariño, su pasión, su conocimiento, su sabiduría…
Sabemos que esto es un tema muy extenso; sabemos que es imposible hablar con más detalle de cada una de las cosas que se han tocado en esta conversación, pero sí es nuestro deseo y nuestra oración de que alcance los corazones de los que han estado escuchando, que los que son de la casa de anusim y están ya empezando a sentir el levantar de Dios, ese despertar de Dios, ¿verdad que me permite que dé su número de Whatsapp para que se puedan conectar a su lista de personas que reciben información al respecto de Israel y de todos los temas que hemos tocado aquí?
Samuel
Por supuesto, siéntete con toda la libertad y hasta donde pueda, yo les voy a poner a disposición mis apuntes. Yo les llamo apuntes, no les llamo estudios, yo les llamo apuntes, me gusta más esa palabra, de apuntes y dice más de lo que quiero ser: Un alumno de todo y un maestro de nada. Ya tenemos al Maestro de los maestros, ya tenemos que agarrarnos a Él en estos días tan difíciles, cuando suenan tantas voces, tantas opiniones, tantas enseñanzas, que son como decía mi profesor, son opiniones, opiniones.
Entonces, por favor, dale mi Whatsapp y con tiempo yo les voy a contestar a todos los que me escriban.
Sisi
Pues muchísimas gracias, lo añadiré a mi página blog, que saben que está en sonidodevictoria.com. Y también recordando a los que son gentiles, a los que son parte de las naciones, que Dios tiene un bello papel para cada uno de ustedes, que por un lado, es traer a celo a los judíos para que ellos puedan ver, puedan reconocer quién es Yeshua, que es el Mesías que están esperando, que es el Salvador del mundo, y también llevar a la casa a Israel, que está esparcida por el mundo, por las cuatro direcciones, ¿verdad? Norte, sur, este y oeste de traerlos, de regresarlos a Israel como una ofrenda a Dios, es un regalo que Dios está anhelando y esperando y que sabe que se va a dar porque Él lo ha dicho, es Su profecía, es Su Palabra y lo va a hacer.
Así que de nuevo, Samuel, un millón de gracias y si trae esa bendición de oración sobre la casa de los anusim, por favor.
Samuel
Amén. Amén. Padre, quiero darte gracias por la oportunidad que nos has dado en poder compartir lo que has hecho con nosotros…Compartir la bendición de haberte conocido y de sentirnos dentro de la voluntad que Tú quieres para los días de hoy. Quiero orar e interceder por los que nos han escuchado. Quiero que ellos se abran a ti y que tengan cuidado con las voces que nos rodean, con los lobos que nos rodean. Que en estos días tan difíciles podamos discernir quién es quién, pero que siempre, siempre, siempre elijamos al Buen Pastor que da Su vida por las ovejas. Gracias por lo que has hecho con Sisi, con su esposo, su familia. Gracias otra vez por el ratito que hemos pasado y a ti te damos toda la gloria, toda la honra y todo el honor.
Amén, ben, amén.
Sisi
Amén.
+34 659 68 20 31
ESTE PODCAST ES LA SEGUNDA PARTE DE DOS.
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